El año pasado, lo intente, pero el físico me traiciona y tuve que
abandonar con problemas de tobillo, rodilla y cadera, además después del
accidente que tuve en Puebla de Sancho Pérez, me empecé a desanimar, el cuerpo
no respondía y la mente se distraía. Me esforcé al máximo hasta llegar a
Salamanca, donde no tenía otro camino que abandonar las caminatas diarias. De a
poco seguí la ruta, caminando cuando podía y tomando cualquier tipo de
locomoción disponible cuando el cuerpo se rebelaba. Eso me permitió conocer un
montón de cosas de España que no tenía en el libreto, desde ciudades
encantadoras a pueblitos ya casi inexistentes pero con todavía espíritu de lucha
para mantenerse
Me quede unos días en Tabara con mi amigo, escritor y hospitalero José
Almeida, pase por La Bañeza y Alija del Infantado, asistí a la romería de la
Virgen de Castro tierra y escuche misa en la pequeña Iglesia de Genestacio de
la Vega, donde después de quedarme unos días con la familia Alija y Sandra, con
quien habíamos hecho el Camino Francés juntos, fui casi adoptado como hijo del
pueblo. No solo que me trataron como a un rey, sino que también me honraron con
la camisa oficial del pueblo y el símbolo del pendón, al cual acompañe en la
romería.
.
Un día le pido a Sandra que me alcance hasta La Bañeza para subir a un
bus y seguir viaje. Me acerque a la boletería, pedí un boleto y ante la
pregunta de ¿A dónde?, respondí “En el primer bus que esté disponible y hasta
su destino final, pero por favor no me lo diga”. Veinte minutos después llega
el primer bus a la terminal, me subo sin leer el destino, me reclaman el
boleto, lo extraigo de mi bolsillo y por primera vez lo miro… destino Santiago de
Compostela. Estaba predestinado.
Recorrí Santiago por dos días, en un ómnibus turístico me fui a conocer
la Costa de la Muerte, Finisterra, Muxia, montes, cataratas y puentes de
película, el mar embravecido, las rías, parrilladas de maricos, tapas de cuanto
producto del mar que te puedas imaginar e interminables botellas de Albariño,
que bajaban como un néctar sagrado.
Después de asistir a la misa del peregrino en la Catedral de Santiago
de Compostela y disfrutar del espectáculo del Botafumeiro, decidí que era hora
de abandonar la encantadora Galicia. El tren nocturno me dejo en Madrid.
Ahí mi base seria en Azuqueca de Henares, un pueblito encantador a 45
minutos en tren desde Atocha, donde mi prima Gladys, me da cobijo cada vez que
voy a España. Tenía siete días para mi partida a Toronto, así que pude
disfrutar de la familia y además seguir haciendo turismo, ya que a esta altura
no era más peregrino.
Visite Plasencia, Sigüenza, Aranjuez, Alcalá de Henares y Guadalajara,
recorrí castillos, iglesias, museos y jardines encantadores, camine por
estrechas callecitas medioevales y por anchos bulevares arbolados. Tome trenes,
buses, taxis y camine todo lo que el cuerpo me permitió. También estuve en
fiestas patronales, corridas de toros y un concierto bajo las arboledas del
Palacio Real de Aranjuez.
Madrid lo recorrí de norte a sur y de este a oeste, recorrí desde sus
barrios más lujosos a sus más exóticos y peculiares, desde la Castellana a
Chueca, de Salamanca a Puente de Vallecas, el Rastro y Retiro. Camine por
Atocha, me corte el pelo en Cuchilleros y comí bocadillos a orillas del
Manzanares junto al puente de Calatrava.
Comí pescaditos sentado en la Plaza Mayor y cerré el viaje con algo que se ha ido volviendo en mi rito de despedida, tapas y Jerez amontillado junto a los barriles en el Mercado de San Miguel.
Comí pescaditos sentado en la Plaza Mayor y cerré el viaje con algo que se ha ido volviendo en mi rito de despedida, tapas y Jerez amontillado junto a los barriles en el Mercado de San Miguel.
Como ven, me queda poco por hacer, pero lo que me queda pendiente fue
llegar a Santiago por mis propios medios.
Así que me voy otra vez, con esa fiebre de flechas amarillas, que me
obligan a seguirlas, que me llevan a un viaje interior que me reconforta y me
hace feliz. Que me llevan a Santiago de Compostela y me dejan conmigo mismo.
Hasta la vuelta. Ultreia et Suseia



